Mantenerse en forma: un caso de «úsalo o piérdelo»

Nuestra condición física puede disminuir rápidamente si dejamos de hacer ejercicio. Aquí se explica cómo volver al juego de forma segura

El ejercicio regular es fundamental para mantener una buena condición física y promover un estilo de vida saludable. Sin embargo, muchas veces subestimamos el rápido deterioro que puede experimentar nuestro cuerpo cuando dejamos de hacer ejercicio. El abandono de una rutina activa puede tener efectos negativos en diferentes aspectos de nuestra salud, desde la pérdida de fuerza muscular y masa ósea, hasta el aumento del riesgo de enfermedades crónicas y el deterioro de nuestra salud mental y emocional. En este artículo, exploraremos en detalle cómo nuestra condición física puede disminuir rápidamente si dejamos de hacer ejercicio, así como estrategias para mantenernos activos incluso en ausencia de una rutina de ejercicios regular. Es fundamental comprender la importancia de la actividad física para preservar nuestra salud y bienestar a largo plazo.

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Más allá de perder los beneficios inmediatos del ejercicio (incluido un sueño más profundo y el alivio del estrés), las desventajas de dejar de hacerlo se vuelven rápidamente evidentes. El fenómeno se llama falta de condición física y les ocurre tanto a los deportistas recreativos como a los atletas de élite. Ciertos factores influyen en la rapidez con la que perderá fuerza y ​​resistencia, incluida la edad, el nivel de condición física anterior y cualquier condición médica, pero es universal, dice la Dra. Beth Frates, profesora clínica asistente en el Departamento de Medicina Física y Rehabilitación de Harvard Medical.

Todo el mundo necesita un poco de tiempo lejos del trabajo, de la gente e incluso del ejercicio. Pero si te has mantenido en forma y fuerte gracias a un entrenamiento diligente y regular, es sorprendente lo rápido que todo puede desaparecer si te tomas semanas o meses de descanso, ya sea voluntariamente o debido a una enfermedad o lesión.

«Sucederá sin importar quién sea usted», dice el Dr. Frates. «Decimos que el ejercicio es medicina, y es cierto. Cuando tomas la medicina, o en este caso, haces ejercicio, obtienes los beneficios. Pero es ‘úsalo o piérdelo'».

La resistencia y la fuerza sufren.

¿Qué significa perder la forma física y con qué rapidez se erosiona? Eso depende de la categoría.

La aptitud cardiovascular es la que disminuye más rápidamente. A los pocos días de nuestra última sesión de ejercicio aeróbico, nuestros corazones bombean menos sangre por el cuerpo y la sangre que circula hacia las células y los músculos contiene menos oxígeno. Solo unas semanas más tarde, te encontrarás resoplando y resoplando para completar la misma caminata rápida, ruta en bicicleta o rutina de natación que antes hacías con facilidad. Es posible que su corazón también esté latiendo con fuerza.

Quizás notes que no puedes hablar mientras subes esa colina como lo hiciste hace cuatro semanas. Algo que antes era un ejercicio de intensidad moderada para usted ahora es vigoroso y es posible que desee detenerlo antes.

La fuerza muscular tarda más en perderse después de haber estado inactivo: aproximadamente dos meses. No podrás levantar tanto peso ni hacer tantas repeticiones como antes de tu pausa. Las mismas pesas o ejercicios de resistencia corporal resultarán mucho más fatigantes y es probable que sus músculos se sientan extremadamente doloridos al día siguiente de volver a hacer ejercicio.

¿Las buenas noticias? La «memoria muscular» es real, lo que significa que las fibras musculares encogidas pueden recuperarse, dice el Dr. Frates. «Puedes volver a fortalecer los músculos un poco más rápido de lo que puedes volver al mismo nivel de acondicionamiento cardiovascular», dice.

Importancia del ejercicio para nuestra condición física

Beneficios del ejercicio regular

A todos nos encanta esa sensación de bienestar después de hacer ejercicio, ¿verdad? Pero más allá de esa euforia momentánea, el ejercicio regular tiene una serie de beneficios para nuestra condición física y nuestra salud en general. Hacer ejercicio nos ayuda a mantenernos en forma, fortalecer nuestros músculos, mejorar nuestra flexibilidad y aumentar nuestra resistencia. Además, reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardíacas. ¡No podemos subestimar el poder transformador del ejercicio en nuestro cuerpo y mente!

Impacto negativo de dejar de hacer ejercicio

Ahora, ¿qué sucede cuando dejamos de hacer ejercicio? Nuestra condición física puede disminuir rápidamente. Así es, eso que nos costó tanto tiempo y esfuerzo lograr puede desvanecerse en un abrir y cerrar de ojos si abandonamos nuestra rutina de ejercicio. La falta de actividad física regular puede conducir a la pérdida de fuerza muscular, disminución de la flexibilidad y movilidad, así como problemas en el sistema cardiovascular y respiratorio. En resumen, dejar de hacer ejercicio puede tener un impacto negativo en múltiples aspectos de nuestro bienestar físico y mental.

El impacto de dejar de hacer ejercicio en nuestro cuerpo

Pérdida de fuerza y masa muscular al abandonar la actividad física

Cuando dejamos de hacer ejercicio, nuestra fuerza y masa muscular comienzan a desvanecerse. Es como si nuestros músculos se pusieran en huelga y, si no se utilizan, terminan perdiendo su tono y volumen. Esto no solo afecta nuestra apariencia física, sino también nuestra capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas. Levantar objetos pesados, subir escaleras o incluso mantener una postura adecuada pueden volverse más difíciles sin la fuerza muscular adecuada. Así que, ya sabes, ¡mantén a tus músculos felices y en movimiento!

Disminución de la flexibilidad y movilidad

La flexibilidad es algo en lo que quizás no pensamos mucho, pero es esencial para mantenernos ágiles y prevenir lesiones. Sin embargo, cuando dejamos de hacer ejercicio, nuestros músculos y articulaciones se vuelven más rígidos y menos flexibles. Esto puede dificultar movimientos simples como estirarse, agacharse o girar el cuerpo. Además, una disminución de la movilidad puede afectar nuestra postura y equilibrio, aumentando el riesgo de caídas y lesiones. ¡Así que no te olvides de hacer esos estiramientos!

Efectos negativos en el sistema cardiovascular y respiratorio

Aumento de la frecuencia cardíaca en reposo

Nuestro corazón es un músculo y, al igual que los demás músculos, necesita ejercicio para mantenerse en forma. Cuando dejamos de hacer ejercicio, nuestra frecuencia cardíaca en reposo tiende a aumentar. Esto significa que nuestro corazón tiene que trabajar más para bombear la misma cantidad de sangre. Una frecuencia cardíaca en reposo más alta puede ser indicativa de menor eficiencia cardiovascular y puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas a largo plazo. ¡Así que no le des a tu corazón un descanso demasiado largo!

Disminución de la capacidad pulmonar

El sistema respiratorio también se ve afectado cuando dejamos de hacer ejercicio. Nuestros pulmones se vuelven menos eficientes para tomar y transportar el oxígeno necesario para nuestro cuerpo. Esto puede llevar a una disminución de la capacidad pulmonar, lo que significa que no estamos obteniendo la cantidad adecuada de oxígeno para satisfacer las demandas de nuestro cuerpo. Además, una disminución en la capacidad pulmonar puede hacer que nos cansamos más rápido durante actividades físicas e incluso en actividades diarias. ¡Así que mantén tus pulmones llenos de aire fresco y ejercicio regular!

Aumento de riesgo de enfermedades crónicas y deterioro de la salud en general

Relación entre el ejercicio y la prevención de enfermedades

El ejercicio regular está estrechamente relacionado con la prevención de enfermedades crónicas. Estudios han demostrado que la actividad física regular puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Además, el ejercicio también ayuda a mantener niveles saludables de colesterol, presión arterial y azúcar en la sangre. Entonces, abandonar el ejercicio significa perder una importante línea de defensa contra estas enfermedades potencialmente graves.

Consecuencias de la falta de ejercicio en la salud general

Finalmente, cuando dejamos de hacer ejercicio, también afectamos nuestra salud en general. El ejercicio regular no solo nos ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora nuestra salud mental, reduce el estrés y mejora nuestra calidad de sueño. Además, el ejercicio es una excelente forma de socializar y estar en contacto con otras personas, lo cual es importante para nuestro bienestar emocional. Así que, si piensas en dejar de hacer ejercicio, recuerda que estás renunciando a todos estos beneficios para tu salud física y mental.

Entonces, ¡mantengámonos activos, fortalezcamos nuestros músculos y cuidemos de nuestro corazón y pulmones! Nuestra condición física es valiosa y puede disminuir rápidamente si abandonamos el ejercicio. Además, el ejercicio nos hace sentir bien y nos ayuda a mantener una vida saludable y activa. Así que, ¡pon tu ropa deportiva, ponte en movimiento y diviértete! ¡Tu cuerpo y mente te lo agradecerán!

Impacto en la salud mental y emocional al abandonar la actividad física

No solo es la condición física la que se ve afectada cuando dejamos de hacer ejercicio, sino también nuestra salud mental y emocional. Y es que el ejercicio tiene un impacto directo en estos aspectos, ¡así que no subestimes su poder!

Efectos del ejercicio en la liberación de endorfinas y reducción del estrés

Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo libera endorfinas, esas mágicas hormonas que elevan nuestro estado de ánimo y nos hacen sentir bien. Son como pequeñas dosis de felicidad que nos ayudan a combatir el estrés y la ansiedad. Pero si dejamos de hacer ejercicio, nos estamos negando a nosotros mismos estos maravillosos neurotransmisores.

Relación entre el ejercicio y la mejora del estado de ánimo

No es solo cuestión de química cerebral, el ejercicio también ha sido relacionado con la mejora del estado de ánimo. Al hacer ejercicio, nos sentimos más enérgicos, más confiados y con una actitud más positiva hacia la vida. Sin embargo, si dejamos de hacer ejercicio, podemos experimentar un bajón emocional y sentirnos más irascibles o deprimidos. Así que, ¡mantén esa rutina de ejercicios y sigue siendo una persona agradable de tratar!

Estrategias para mantener la condición física en ausencia de ejercicio regular

No te preocupes, si por alguna razón no puedes hacer ejercicio de forma regular, existen estrategias que puedes implementar para mantener tu condición física. Aquí te presento algunas alternativas ingeniosas que te ayudarán a no perder todo lo que has logrado:

Alternativas al ejercicio tradicional

El ejercicio no se limita a ir al gimnasio o correr en una cinta. Hay muchas otras actividades que pueden mantenerte activo y en forma. Prueba practicar yoga, hacer caminatas en la naturaleza, bailar, nadar o incluso limpiar la casa con energía. Lo importante es mover el cuerpo y divertirte mientras lo haces. ¡Encuentra la actividad que te apasione!

Incorporación de actividad física en la rutina diaria

Aprovecha las oportunidades que la vida diaria te brinda para mantenerte activo. Camina o usa la bicicleta en lugar de tomar el auto, sube las escaleras en lugar de usar el ascensor, juega con tus hijos o tu mascota en el parque, o haz pausas activas durante la jornada laboral. Cada pequeña actividad cuenta, así que encuentra maneras creativas de incorporar la actividad física en tu rutina diaria.

Guía para iniciar

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El primer paso para volver a ponerse en forma es creer que puedes hacerlo. No hay duda de que será más difícil antes de que se vuelva más fácil

Nadie tiene una ecuación precisa de cuánto tiempo le tomará a una persona en particular recuperar su forma física. Cuanto más tiempo estés alejado de esto, más tardará. No sucederá de inmediato; tomará al menos varias semanas.

Te ofrezco la siguiente guía para reiniciar de forma segura su rutina de ejercicios:

Obtenga la aprobación de su médico. Esto es crucial si no ha hecho ejercicio durante mucho tiempo (muchos meses o años) o si tiene afecciones crónicas como enfermedades cardíacas o diabetes. Y si experimenta algún síntoma alarmante cuando vuelva a hacer ejercicio, como dolor o presión en el pecho, deténgase inmediatamente y busque atención médica.

Empieza pequeño. En lugar de volver a tus entrenamientos más duros, prueba actividades o niveles de peso más ligeros para volver a moverte cómodamente. «No salgas a correr en la pista el primer día», dice. «Aumenta poco a poco. Incluso dar un paseo puede ayudar».

Haz lo que funcionó antes. Quizás se sintió en plena forma cuando tomó clases grupales o anduvo en bicicleta decenas de millas por semana. Así que no dudes en hacerlo de nuevo. Piensa en cuando eras consistente y exitoso con tu rutina y considera usar una estrategia similar esta vez.

Canaliza a tu niño interior. De niños aprendimos que el movimiento puede ser divertido. Si te encantaba andando en bicicleta cuando eras más joven, considera volver a practicarlo.

Establecer un sistema de apoyo.  Buscar un cmpañero para realizar ejercicio no son una idea nueva, pero funcionan, por lo que debe ser una prioridad cuando se reanuda un régimen. Si no tiene un compañero de entrenamiento listo, considere trabajar con un entrenador de salud.

Sigue tu progreso. Los dispositivos portátiles pueden impulsar esfuerzos renovados de ejercicio mediante el seguimiento del recuento de pasos, la frecuencia cardíaca en reposo y otras métricas. Pero un registro de papel y lápiz de la vieja escuela también puede ser útil. «Puedes ver cómo te fue y hacer ajustes», dice. «Si la semana 1 no sale como querías, no hay vergüenza ni culpa. Este es definitivamente un caso en el que algo de ejercicio es mejor que nada».

La importancia de mantener una rutina de ejercicios para preservar nuestra condición física

Como hemos visto, dejar de hacer ejercicio no solo afecta nuestra condición física, sino también nuestra salud mental y emocional. El ejercicio nos proporciona una dosis de alegría y alivio del estrés, y contribuye a mejorar nuestro estado de ánimo. Si no podemos hacer ejercicio regularmente, podemos optar por alternativas divertidas y encontrar maneras de mantenernos activos en nuestra vida diaria. En definitiva, no subestimemos el poder del ejercicio y mantengamos una rutina para preservar nuestra condición física y bienestar en general. ¡Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán!

En conclusión, queda claro que dejar de hacer ejercicio puede tener un impacto negativo significativo en nuestra condición física y salud en general. La pérdida de fuerza muscular, la disminución de la capacidad cardiovascular, el aumento del riesgo de enfermedades crónicas y el deterioro de nuestra salud mental y emocional son solo algunos de los efectos perjudiciales de abandonar la actividad física regular. Por lo tanto, es de vital importancia mantener una rutina de ejercicios para preservar nuestra condición física y promover un estilo de vida saludable. Ya sea a través de ejercicios tradicionales, actividades alternativas o simplemente incorporando más movimiento en nuestra vida diaria, debemos priorizar la actividad física para disfrutar de una vida plena y saludable. Mantenernos activos es una inversión en nuestro bienestar a largo plazo.

FAQ

1. ¿Cuánto tiempo tarda en disminuir nuestra condición física si dejamos de hacer ejercicio?

La rapidez con la que nuestra condición física disminuye al dejar de hacer ejercicio puede variar según diversos factores, como el nivel de condición física inicial, la edad y la genética. Sin embargo, estudios sugieren que después de aproximadamente dos semanas de inactividad física, ya se pueden observar ciertos cambios negativos en el cuerpo, como la pérdida de fuerza muscular y la disminución de la capacidad cardiovascular.

2. ¿Qué sucede si no puedo hacer ejercicio debido a una lesión o condición médica?

Si no puedes realizar ejercicio debido a una lesión o condición médica, es importante consultar a un profesional de la salud, como un médico o fisioterapeuta, para recibir orientación específica. En algunos casos, se pueden recomendar ejercicios modificados o terapias alternativas para mantener la condición física mientras se permite la recuperación. Adaptar la rutina de ejercicios a las capacidades individuales es esencial para preservar la condición física en estas situaciones.

3. ¿Existen alternativas al ejercicio tradicional para mantener la condición física?

Sí, existen diversas alternativas al ejercicio tradicional que pueden ayudar a mantener la condición física. Actividades como el yoga, el tai chi, la natación, el ciclismo y las caminatas son opciones que proporcionan beneficios para la salud y permiten mantenerse activo incluso sin realizar ejercicios de alta intensidad. Además, incorporar actividad física en la rutina diaria, como subir escaleras en lugar de usar el ascensor o caminar en lugar de usar el automóvil, también puede ser una forma efectiva de mantener la condición física.

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